Instantes… nada decisivos, sorprendidos en un intervalo de segundos monótonos, captados in fragantti. Mientras, no sucede nada. Así son mis imágenes, fotografías  que no persiguen ser hazañas de momentos robados en los que la acción misma activa nuestro dedo en un afán disparador. Son imágenes silenciosas, en las que lo real y lo fantástico conviven como resultado de un ejercicio de interiorización de la imagen, un trabajo de memoria a través de cómo siento los lugares que me rodean, que transito y que han transitado los que me precedieron,  retratando una atmósfera atemporal y buscando que la fotografía en lugar de conducirme a un momento concreto me aleje de él.

La memoria de los lugares, su silencio, los murmullos acallados por el agua, el muro… el hogar como elemento inexorable e inseparable que es punto de partida de mi obra.

Creo en el poder premonitorio de la imagen, de cómo aquello que fotografiamos se nos aparece para hablarnos de nosotros, para responder quienes somos y para fijar cual fue y será nuestro lugar en el mundo.

Imágenes impresas en papel kraft verjurado